Jugando con el título de un artículo de mi amigo Pablo, diré que sí, que claro que quien tiene un amigo tiene un tesoro.

Reposa sobre mi mesa un libro regalado por uno de ellos no hace mucho y que se titula «La utilidad de lo inútil» de Nuccio Ordine. Al abrir el obsequio inesperado de otro amigo, Enrique, lo primero que hago tras acariciar sus páginas es descubrir que el puto coronavirus no me ha atacado aún. El olor de la tinta y el papel me dejan unos instantes en estado de éxtasis y casi me veo levitando cual Teresa de Jesús.

A lo que iba. En la primera página de la introducción leo lo siguiente: «considero útil todo aquello que nos ayuda a hacernos mejores». Así, con nocturnidad y alevosía, hago uso de la tecnología y envío una foto de esa página a mi hijo mayor quien se encuentra en la tesitura de no hallar utilidad en nada de lo que lo rodea: los estudios, una sociedad un tanto ligera de cascos, mediocridad por doquier…

Tengo tesoros a mi alrededor. No sé qué habré hecho en otra vida. Soy un tío con suerte. Os tengo a vosotros Pablo, Enrique, Jesús, Manuel, Benito, Patricio, Pepe… Claudia, por supuesto, Nuria… Quien tiene amigos tiene tesoros, tesoros cuyo mayor valor es el de hacernos mejores. Como diría Jack Nicholson… Vosotros hacéis que quiera ser mejor persona. Vosotros, en su día, me enseñasteis que lo inútil de aquellos momentos en los que nos reíamos del tiempo, eran la mejor manera de darle utilidad a éste. Me ayudasteis a ser mejor.

Total Page Visits: 881 - Today Page Visits: 1

Por José Manuel Lasanta Besada

Licenciado en Ciencias de la Información, Periodismo, que se creyó Don Quijote, chocó con los molinos a las primeras de cambio, se levantó, y aquí sigue.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *